CONJETURA 2040 – SALUD I – COVID-19 Y SUS CONSECUENCIAS

 Este artículo forma parte de la serie CONJETURA 2040 donde trato de explorar los avances tecnológicos que se pueden dar durante las próximas dos décadas en cinco campos diferentes:

  1. Salud
    1. COVID-19 y sus consecuencias
    2. Técnicas y tecnologías
    3. Esperanza de vida
  2. Energía
  3. Movilidad
  4. Inteligencia Artificial
  5. Idiomas
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En este artículo nos centraremos en los cambios que experimentará el sector de la Salud durante los próximos veinte años y que tendrán su origen en la crisis sanitaria derivaba del COVID-19.

El año 2020, el año del coronavirus, será un antes y un después en el mundo de la medicina y la salud. Durante este año se ha demostrado que, dotando a la ciencia y a la industria farmacéutica de los recursos suficientes, se pueden desarrollar, no solo una sino varias vacunas en menos de un año en contraste con los plazos de desarrollo de vacunas que se manejaban hasta ahora, que eran de 6 a 10 años. La ciencia y la industria médica han demostrado que, con los recursos suficientes, como pasa en otros sectores como el aeroespacial o la automoción, son capaces de manejar plazos más cortos y de esta forma contribuir a salvar más vidas y/o mejorar la calidad de las mismas.  Hoy en día, con excepción del COVID-19, para el resto de las enfermedades los plazos de desarrollo de vacunas y fármacos siguen siendo largos y eso, gracias al impulso que se está ejerciendo en la lucha contra la pandemia, evolucionará en los próximos años. 

Otra derivada, en esta lucha contra el COVID, es la producción masiva de dosis de las vacunas. Asumiendo que para alcanzar la deseada inmunidad de grupo es necesario vacunar al 70% de la población, eso significa que, a escala global, los laboratorios tienen que conseguir fabricar en el más breve espacio de tiempo entre 5,4 a 10,8 billones de dosis, en función de si todas las vacunas requieren una dosis o dos, y todo ello manteniendo la producción de las vacunas y del resto de medicamentos en los mismos volúmenes que antes de la crisis del COVID19. Este reto de la industria durante el 2021 supondrá un incremento de las capacidades productivas, tanto en medios como en el flujo de operaciones de los laboratorios, proveedores y destinatarios. Si a este ingente volumen de vacunas le sumamos toda la producción de medios de protección, respiradores y demás material e instrumentos que son necesarios en la lucha contra el COVID-19, nos encontraremos que, cuando finalice esta crisis sanitaria el sector de las industrias de la salud habrá experimentado un fuerte crecimiento en capacidad de producción que podrá reorientarse para atajar o paliar el impacto de otras enfermedades.

Además, nos encontramos con el reto que va a suponer la distribución de estos billones de dosis que habrá que repartir con urgencia por todos los rincones del mundo, al mismo tiempo que se mantienen los flujos logísticos de las mercancías comunes y del resto de materiales sanitarios. A nadie se le escapa que desde el inicio de la pandemia la compra online se ha disparado, ya sea por los confinamientos domiciliarios o por precaución. Esto ha impactado directamente en las empresas logísticas que han tenido que reforzar sus estructuras y medios de distribución muy especialmente los denominados de última milla. Con la llegada progresiva de las vacunas, el sector de la logística tendrá que afrontar un nuevo reto para poder distribuirlas en las condiciones óptimas a lo largo de todo el globo terráqueo. En los países más avanzados esto no supondrá mayor problema que la reorganización de los flujos logísticos y, en su caso, la incorporación de medios específicos, pero ¿cómo se afrontará la distribución de estas vacunas en los países con menos recursos e infraestructuras? Es tal la presión que está ejerciendo esta pandemia que estoy convencido de que se realizarán los esfuerzos necesarios para que la vacuna llegue a cualquier paraje del planeta. Este esfuerzo permitirá que la red de distribución logística global sea aún más robusta y ágil. Si ahora mismo es posible realizar envíos entre Asia y Europa en menos de 48 horas, en el futuro cercano esta celeridad de los canales logísticos será también posible con África o América del Sur. Paradójicamente, y aunque el COVID-19 nos haya obligado a reducir los desplazamientos de las personas prácticamente a lo mínimo imprescindible, las comunicaciones entre los mercados a nivel mundial se están viendo reforzadas

Ahora que hemos entendido el esfuerzo que es necesario realizar para luchar contra un virus que tiene la capacidad de diezmar a la población mundial, es decir, hemos comprendido el valor de la vida, en los próximos años seremos capaces de luchar contra enfermedades raras y no tan raras de una forma mucho más eficaz y con mayores recursos, seguramente asumiendo una mayor responsabilidad por parte de la sociedad pues, como se ha visto durante esta crisis, la contribución financiera de los estados y de los filántropos ha sido clave a la hora de acelerar el desarrollo de las vacunas. Por ello, parece razonable pensar que enfermedades endémicas como el VIH, la polio, la tuberculosis, el paludismo, la viruela o la malaria, entre otras, estarán erradicadas en el 2040.


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Otros enlaces relacionados que te pueden interesar:

. Liderazgo en tiempos del COVID-19 - Distopias.com

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Fotografías, por orden de inserción, de Russ Allison Loar, CC BY-NC-ND 2.0 DEED, y Felton Davis, CC BY 2.0 DEED.

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