UN ANTISISTEMA EN LA CORTE DEL REY ARTURO
Seguramente nadie pensaba, días antes de que diese comienzo el Mundial de fútbol de Brasil, que la debacle de la selección española iba a suceder de una forma tan brusca y dolorosa. Fotografía de Kevin Zollman Para muchos habrá supuesto un motivo de humillación y pena, para otros no habrá sido más que una merecida lección a la arrogancia y al aparente sentimiento de unidad creado por la Roja. En mi opinión, este fracaso es la consecuencia de la incapacidad de mejora y rectificación de los errores cometidos y que, por desgracia, no solo se manifiesta en el fútbol, sino que impregna a gran parte de nuestra sociedad. Frustración, sí y mucha, pero no precisamente por la derrota futbolística.